Andrea Rincón volvió al certamen después de su imprevista ausencia en la gala del jueves, cuando acusó un malestar gástrico. Con su abuela presente, la voluptuosa vedette dio una explicación: “Acá te traje el certificado médico. Estoy un poco mejor. Estaba descompuesta (gastroenterocolitis), con fiebre y mi coach me mandó a casa después del ensayo de ayer. Cuando vino la ambulancia no me encontró porque estaba durmiendo y mi vecina le dijo al médico que estaba discutiendo adentro, porque había escuchado que yo minutos antes había hablado por teléfono con el Chato (Prada)”. Marcelo Tinelli leyó el diagnóstico y las recomendaciones del doctor del caso y le recordó a Rincón lo que sugirió Moria Casán: que vaya al teléfono. “Sería injusto porque ha pasado en otro momento y no es que no bailé porque estoy acá”, contestó su “ex hija mediática”.
Una vez que le bajó la fiebre, le ofreció sus disculpas a Carmen Barbieri por el exabrupto del lunes cuando dejó en el camino a Cristian U en la instancia de eliminación y la jueza no se las aceptó: “porque nunca me sentí ofendida y entiendo el momento que estás pasando”, le dijo quien ganó el primer Bailando con el actual partenaire de Rincón, Cristian Ponce, “Él sabe lo que pienso de él y ustedes y creo también que tenés mucho futuro en el espectáculo”.
Carmen fue la primera en evaluar la performance de ambos con un 6: “No me gustó para nada, creo que incluso se mareó”. A pesar de una calificación secreta prometedora de Ricardo Fort –a quien le gustó mucho el merengue-, llegó otra “pálida” de Silvina Escudero (5): “Estuvo súper desprolijo”. Aníbal Pachano (4) ofreció una mirada paternal: “Tenés que cuidarte un poco más. El baile estuvo sucio”. Por último, Marcelo Polino (8) tomó el espíritu de análisis de Fort: “A mí me gustó y le voy a dar a la pareja un voto de confianza”. Total: 23 puntos, el más bajo de la ronda.
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