Marcelo Tinelli haciendo gala de lo que mejor le sale, la improvisación, sostuvo un rating altísimo durante 1 hora y 10 minutos con cuatro llamados telefónicos con posibles candidatos
Casi de manera casual, en el contexto del armado del futuro casamiento entre Jésica Cirio y el diputado del Frente para la Victoria Martín Insaurralde, Marcelo empezó a llamar a distintos dirigentes políticos para que fueran parte de la lista de invitados.
Para ese entonces habían pasado ya 15 minutos de programa y del piso de 17 puntos que le había dejado Guapas, Showmatch escaló a 22
La llamada a Olivos vía el operador de turno no tuvo éxito… entonces fue por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. Rápido de reflejos no solo atendió sino que le deseo lo mejor a la pareja, en ese momento el programa tocaría su pico máximo de 25.6
Atrás de Scioli, el jefe de Gobierno Mauricio Macri dudó de la invitación al casorio y mandó en cana a Solita con Campagnoli, ¡Venga!
Sergio Massa atendió el teléfono sin siquiera dejarlo sonar y fue el más ácido de todos recordándole a Marcelo que hacer el trencito con Capitanich no le iba a dar buenos resultados. El rating seguía sostenido en 25.5, y podría decirse que entre los tres aspirantes a la presidencia hubo un empate técnico en materia de números
Como Cristina se negó a atender en una segunda oportunidad, Marcelo fue por Aníbal Fernández que entre sueños lo atendió, balbuceó un par de palabras y siguió de largo. Se sabe que el ex jefe de gabinete es de los primeros en llegar al Senado al alba. En ese punto, el rating marcaba 23.6
Anoche quedó claro que Marcelo bailó el ritmo que mejor le queda: la improvisación en vivo. Puede ser Charango, el hijo de Anita Martínez, el fan de Wanda o los presidenciables. ¿Quién le diría que no después del efecto “Alica, Alicate”?
Hoy asesores, expertos en marketing, imagen y comunicación estarán evaluando el desempeño de cada candidato y si sumó o restó la llamada o los puntos durante el tiempo de aire
Del ’83 para acá la comunicación política cambio. Los políticos entendieron que en el siglo XXI ya la cosa no pasa por llenar plazas como en la época de Alfonsín sino por captar la atención de la nueva plaza pública: la televisión y pretenden ir por el rating
Seguramente anoche más de uno se quedó mirando el visor de su teléfono esperando decirle las palabras mágicas: “¡Hola Marcelo!”
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